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La indispensabilidad de la Palabra de Dios


La Palabra de Dios

Ordena mis pasos con tu palabra,  Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. Salmos 119:133 


La Palabra de Dios es indispensable en la vida del cristiano, es el manual de vida del ser humano; las decisiones deben estar sujetas a ella, los pensamientos deben estar cimentados en sus líneas, es tan milagrosa que puede traer sanidad y libertad (Salmos 107:20), es sumamente poderosa para luchar contra los enemigos invisibles (Efesios 6:17), santifica (Juan 17:17), purifica (Efesios 5:26), nos da sabiduría (2Timoteo 3:15), nos muestra las intenciones ocultas de nuestro corazón, al partir el alma y el espíritu (Hebreos 4:12), debe ser nuestro alimento diario (Mateo 4:4) y guiar nuestros caminos; es la clave para alcanzar la perfección (2Timoteo 3:17), y la base de la enseñanza para nuestros hijos (Deuteronomio 6:7).   

La Palabra debe estar en nuestra boca y corazón y entonces tendremos fuerzas para cumplir sus mandatos (Deuteronomio 30:14), si la logramos entender encontraremos el bien (Proverbios 16:20) y daremos fruto de justicia (Mateo 13:23), iluminará nuestros pies para caminar rectamente y nos mostrará el camino que debemos seguir (Salmos 119:105).


No hay nada en este mundo que sea tan útil como la Palabra de Dios escrita en las Sagradas Escrituras, es imprescindible para la vida, es irremplazable, fundamental y sobre todo… Es eterna (Lucas 21:33).

El cielo y la tierra pasarán,  pero mis palabras no pasarán


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