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Mostrando entradas de mayo, 2022

Trabajando para bendecir

Trabajando duro para ayudar a los necesitados...  Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir”». Hechos 20:35 NVI ¿Para qué trabajamos? ¿porqué lo hacemos con las fuerzas que lo hacemos?  Y ¿Cuál es la motivación para nuestro esfuerzo? Lo normal es que lo hagamos por motivos egoístas, por nuestro alimento, o por los hijos aunque a veces arregañadientes...  Pero hacerlo por los necesitados, eso suena totalmente inaceptable, pues según pensamos ellos son solo un grupo de haraganes. Sin embargo los hijos de Dios que aman a su prójimo, no trabajan por sus alimentos, porque es Dios el que los provee desde el cielo, trabajan porque Dios quiere que lo hagan, para que la abundancia del fruto de gracia recibido, sobrepase lo que nosotros necesitamos y sirva para bendecir a otros con generosidad. Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempr

Dios es lo único que necesitas

Dios le estaba diciendo a Gedeón que era demasiada su fuerza para ganar esa batalla, y que lo único que él necesitaba era Su compañía. David venció a Goliat porque no iba en su propio nombre sino en el del Señor. Pablo hizo todo lo que hizo solamente por la gracia de Dios. Por lo tanto, en cualquier cosa que hagas si no lo haces con tus fuerzas, si no es en tu nombre, la Gracia de Dios será suficiente para que el Todopoderoso te de la victoria.  Al final, no son fuerzas, no es inteligencia, no es tu capacidad, no son maestrías o doctorados, no es belleza ni mucho menos sacrificios, es Dios lo único que necesitamos

Libre de los madianitas

De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a JEHOVÁ.   (J ueces 6:6 RVR1960)  Gedeón fue encontrado escondiendo sus cosechas porque sabía que si se las veían los madianitas se las quitarían...   Pero Israel ya se había arrepentido, ya había clamado a aquel que era poderoso para librarles de aquella situación en la que ellos mismos se habían metido. En su pobreza clamaron a Dios, y Dios los oyó, liberándoles de aquello que les mermaba su provisión... Aquello que hacía desaparecer sus salarios...  Aquellas cosas que les hacían esconderse con vergüenza. De la misma manera, ese mismo Dios te puede librar a ti también de aquello que te hace echar tu sueldo en la alcancía sin fondo de las tarjetas de los madianitas, que al contrario de lo que pensabas cuando las solicitabas, te traen pobreza y esclavitud, a tal medida que te  escondes de sus cobradores, poniendo tus cuentas a nombre de alguien de tu familia para que no lleguen a embarg