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Mostrando entradas de noviembre, 2018

Como a tí mismo

El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:39 Amar a tu prójimo como a ti mismo, no se refería a que te debes de amar primero, porque está dando por sentado que te amas suficiente para dar tu vida por ti mismo. Se refería a amar a otros como cuando amas la comida que te hace daño...  a amarlos como cuando en un naufragio lo primero que haces es salvarte a ti mismo...  amarlos como cuando prefieres la timidez que sacar tu ego de la zona de confort...  Jesús nos está diciendo que amemos dando nuestra vida por aquellos que tenemos a nuestro alrededor. 

Hasta el último intento

Hasta el último intento Nueve veces que Dios envió a Moisés a Faraón para sacar a su pueblo de la esclavitud, fueron  nueve intentos fallidos que trajeron cargas más pesadas sobre su prisión...  Nueve veces que aunque el siervo del Señor obedeciendo fielmente y al pie de la letra la instrucción que venía directamente del Todopoderoso,  se convirtieron en nueve veces que el fracaso se burló de aquel enviado, al salir de aquella puerta nuevamente derrotado. Pero Moisés que era un hijo de victoria, un cachorro del león más poderoso, tal vez llorando o a lo mejor escoltando sentimientos de una grande frustración, se levantó todavía una vez más, obedeciendo aún contra la lógica...  Se levantó otra vez con aquella terquedad que nace en esos hombres que no se decepcionan de su Dios, esa terquedad que los hace llegar hasta el último intento por aquel  que los llamó desde la zarza...  Esa terquedad que al final de cuentas le llevó a ver milagros portentosos, esa terquedad que viene de lo alto

No existe éxito casual

Nada bueno resulta de la casualidad...   Un par de zapatos de esos que se atan con correas, el teléfono "inteligente" que en estos días se ha vuelto indispensable, aquella canción dedicada a la persona más importante de tu vida o el piano que acompaña las mejores melodías...  el  infinito y extenso universo, la luna que manipula las mareas o el calor del sol que mantiene vida en el planeta...  Ninguna de estas cosas ha surgido por casualidad, y nada bueno surgió por accidente... Los azares del destino de ninguna manera serán causantes de aquello que nos es útil en la vida. Porque jamás habrá cosecha si nunca se ha sembrado la semilla, y nunca un hombre de gran sabiduría, nacerá de padres descuidados y que han sido indiferentes. Por lo tanto si quieres tener una medalla de oro de los juegos olímpicos, el campeonato de natación más importante de la historia, o por lo menos un día satisfactorio en tu trabajo... si quieres estar orgulloso de unos hijos que se entregan a tu Dio