Ir al contenido principal

Hasta el último intento

Hasta el último intento

Nueve veces que Dios envió a Moisés a Faraón para sacar a su pueblo de la esclavitud, fueron  nueve intentos fallidos que trajeron cargas más pesadas sobre su prisión...  Nueve veces que aunque el siervo del Señor obedeciendo fielmente y al pie de la letra la instrucción que venía directamente del Todopoderoso,  se convirtieron en nueve veces que el fracaso se burló de aquel enviado, al salir de aquella puerta nuevamente derrotado.

Pero Moisés que era un hijo de victoria, un cachorro del león más poderoso, tal vez llorando o a lo mejor escoltando sentimientos de una grande frustración, se levantó todavía una vez más, obedeciendo aún contra la lógica...  Se levantó otra vez con aquella terquedad que nace en esos hombres que no se decepcionan de su Dios, esa terquedad que los hace llegar hasta el último intento por aquel  que los llamó desde la zarza...  Esa terquedad que al final de cuentas le llevó a ver milagros portentosos, esa terquedad que viene de lo alto, una fe que derrota los más bajos sentimientos, rompiendo esas cadenas de donde se suelen aferrar, porque todas esas veces que cae el justo, siempre se vuelve a levantar.

!Hijos del Omnipotente!
Este es el tiempo de intentarlo una vez más, de levantarte nuevamente, porque cada día de fracaso, ha sido un golpe más del ariete del Señor, una vuelta más al rededor de aquellos muros que quizá por fin, esté día caerán, y esta puede ser la hora que Faraón por fin te dé la libertad que hace tiempo estabas esperando.

Moises sufrió nueve fracasos a su petición de líbertad, antes de ver la victoria esperada...   Pero cada vez que salía derrotado de la presencia del duro Faraón, era un golpe del ariete del Todopoderoso debilitando a su opositor.




Comentarios

Entradas populares de este blog

entresacando lo precioso en lo vil

Entresacando lo precioso en lo vil ...y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Jeremías 15:19. Un rayo de luz en medio de la densa oscuridad...  una pequeña nube del tamaño de la mano de un hombre en la inmensidad del cielo azul... una gota de agua en el desierto más atroz… tal vez, una ínfima sonrisa en medio de aquel horrible mar de lágrimas o un halo de esperanza en un lamentable universo de tristezas...  pero, siempre habrá algo precioso en medio de lo vil, algo útil en la basura, algo bello en los desaciertos, algo hermoso en el desierto. La clave está en encontrarlo; hacer a un lado lo que no vale, olvidar lo que no edifica, aprender de lo que enseña, pensar en lo que es verdadero cuando todo parece falso, lo honesto cuando todo parece hipocresía, lo justo cuando todo parece injusto, lo puro en lo impuro, encontrar el buen nombre, la virtud y la alabanza (Filipenses 4:8) donde parece que todo está perdido, recordando que a los que a Dio...

La sabiduría diabólica

La sabiduría que aparenta ser de Dios.  Santiago 3:14-16  Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón,  no os jactéis,  ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto,  sino terrenal,  animal,  diabólica.  Porque donde hay celos y contención,  allí hay perturbación y toda obra perversa .  Si tenemos mucha sabiduría, pero la utilizamos para contender, esa sabiduría aunque tenga grandes verdades, es solo sabiduría terrena, animal y diabólica. En el mundo hay muchos que se jactan de su sabiduría , queriendo imponer su criterio a toda costa y también unos que envidian el conocimiento de otros; por lo tanto buscan sabiduría solamente por contender.   Así mismo, Existen iglesias donde se piensa que ningún otro cristiano que no crea como ellos, se salvará, hacen estudios supuestamente profundos para refutar cualquier creencia, contienden constantemente con todos para gana...

La maldición nunca vendrá sin causa.

La causa de la maldición Pro 26:2   Como el gorrión en su vagar,   y como la golondrina en su vuelo,   Así la maldición nunca vendrá sin causa. Es por demás que gritemos, declaremos, rechacemos, revirtamos y hagamos un sinfín de rituales contra las maldiciones, si no quitamos la causa… porque la maldición nunca vendrá sin una causa. En 1Juan 5:8 dice que el maligno no tiene derecho alguno para tocar a aquel que no practica el pecado y el pecado es la causa de las maldiciones (Deuteronomio 28:15); así mismo la Palabra declara que el que aportille el vallado lo morderá la serpiente (Eclesiastés 10:8).   Esto significa que cuando por medio del pecado abrimos agujeros en la cerca de protección que Dios nos ha puesto por medio de la Sangre de Jesucristo, al redimirnos de la maldición en la cruz; entonces la serpiente antigua, nuestro enemigo, tiene derecho pleno para poder entrar y utilizar sus artimañas para destruirnos, inyectándonos su veneno de m...