Perdonando a los que nos ofenden.
Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia... Santiago 2:13.
Si queremos que Dios tenga misericordia de nosotros, nosotros debemos tener misericordia con otros, esta es la famosa regla de oro (Mateo 7:12). La misericordia es no recibir lo que merecemos, por lo tanto Dios ha tenido abundante misericordia con nosotros, pero... ¿cómo actuamos nosotros con los demás cuando ellos nos ofenden? ¿esperamos que nos paguen hasta el último cuadrante? ¿les acusamos, les juzgamos y les condenamos? o ¿hacemos lo mismo que hizo Jesús cuando se burlaron de Él?
Jesús dijo: "perdónalos porque no saben lo que hacen (Lucas 23:34)"... y no solo se estaban burlando de Él !Lo estaban matando¡ ... pero a pesar de lo duro que pudo haber sido ese sufrimiento, Él tenía misericordia.
Cuando la gente se burla de nosotros, nos menosprecian, insultan o nos ofenden... ¡que nos digan que perdonemos es un absurdo! Sin embargo, Dios dice que si no perdonamos, Él no nos perdonará tampoco a nosotros (Marcos 11:26).
El perdón va más allá de una simple decisión, el perdón es misericordia y comprensión; Jesús comprendió que quienes le mataban, no sabían lo que hacían y por eso tuvo misericordia de ellos. Entendió al hombre cuando se hizo hombre (Hebreos 4:15), por lo tanto pudo tener misericordia y de esa misericordia nació el perdón.
Es imposible perdonar sin misericordia y es imposible tener misericordia sin comprensión y es imposible comprender sin ponerse en el lugar del otro.
No pidamos a Dios poder perdonar, porque eso es imposible... pidámosle comprensión para poder ver por qué el ofensor hizo lo que hizo... porque solamente entonces se engendrará la misericordia en nuestro corazón, y ella concebirá el perdón.
Comentarios
Publicar un comentario