Verdaderamente libres
Dijo entonces Jesús a los judíos
que habían creído en él: si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31-32.
Aunque creer es el principio de
la salvación, para ser verdaderamente libres, creer no es suficiente, es
necesario permanecer en la Palabra del Señor. Aquellos judíos que habían creído no eran libres todavía, porque no es suficiente creer en Jesucristo, la Verdad (Juan 14:6), es
necesario conocerle, y esa Verdad nos dará real libertad.
Debemos permanecer en la Palabra que nos ha hablado,
en Sus instrucciones, Sus deseos, y Sus órdenes.
Si queremos ser libres de la
esclavitud del pecado (Juan 8:34), y gozar de las bendiciones de la libertad,
debemos avanzar más allá de ser simplemente creyentes, debemos tener una
relación con Jesucristo para poder conocerle, debemos permanecer en cada una de
Sus instrucciones y las cadenas de esclavitud, los cepos que nos apresan, serán
quebrantados milagrosamente; y cuando el Señor nos hiciere volver de nuestra
cautividad, seremos como los que sueñan, tendremos un verdadero descanso en
nuestra alma, nuestra boca se llenará de risa, la alegría se dibujará en
nuestros labios; nuestra lengua desbordará con alabanzas y todos los que nos
rodean podrán ver que Dios está con nosotros, y seremos un testimonio vivo de
la eficacia de Su Palabra (Salmos 126:1-2).