Usando bien la Palabra de Verdad
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad (2Timoteo 2:15).Muchos usan la Palabra de Dios para defender sus propósitos, o para descubrir grandes misterios, estudiar historia del pueblo hebreo, ser más doctos, fabricar sectas, profetizarse cosas maravillosas, encontrar cosas que otros no hayan encontrado antes, crear doctrinas acordes a sus sentimientos y muchas otras formas de uso egoísta.
Sin embargo, en 2 Timoteo 2:15 queda claro que debemos constantemente intentar con todas nuestras fuerzas, presentarnos delante de Dios examinándonos a nosotros mismos y saliendo aprobados; es decir que debemos llegar dignos ante Él, limpios de todos nuestros pecados que nos averguenzan, usando bien esa Palabra que es como espada para circuncidarnos la carne (Hebreos 4:12).
Porque la Palabra no debe ser usada como los abogados de este mundo usan las leyes de la tierra cuando defienden asesinos y los logran sacar libres, la Palabra deber ser usada como luz que ilumina y muestra la suciedad de nuestras maldades (Salmo 119:105), como martillo que quebranta la piedra de la dureza de nuestro corazón, como fuego para esterilizar nuestras heridas (Jeremías 23:29), como agua para limpiarnos de nuestra inmundicia (Efesios 5:26), como sana enseñanza que redarguye, corrige, e instruye en justicia (2Timoteo 3:16); como alimento para nuestro crecimiento (Hebreos 5:12), y como semilla que es sembrada en nuestra mente y da fruto al ciento por uno (Lucas 8:15). Porque la Palabra del Señor "funciona" si la sabemos usar bien.
Aprendamos a usar bien la Palabra de Verdad y no tendremos de qué avergonzarnos cuando estemos delante del Juez Eterno y Justo.