Ir al contenido principal

No rehuses el Llamado

—Señor —insistió Moisés—, te ruego que envíes a alguna otra persona.  Entonces el Señor ardió en ira contra Moisés...
Éxodo 4:13‭-‬14 (1era parte) NVI

Moises sabía de la necesidad de libertad que los hebreos tenían desde niño... había visto el dolor de ellos, la desesperación de su esclavitud y la humillación que vivían constantemente.   Su corazón ardía al ver la injusticia de la que eran objeto, y fue por ese fuego que tenía en su alma que en un arranque de ira tomó justicia por sus manos, creyendo que tal vez de esa forma en algo ayudaría (Hechos 7:25).  Sin embargo, no era así que el Señor quería hacer las cosas.

Dios había puesto esa pasión en su corazón, y era Dios el que le estaba enviando a liberarlos de la opresión del Faraón...

Pero ahora Moisés que según él ya lo había intentado, conocía que aquella tarea era imposible, y no sentía ser capaz de realizarla, y aunque tres veces la contestación a su frustración de parte del Todopoderoso fue decirle que Él estaría de su lado, no pudo comprenderlo y quiso quitarse de las manos tal responsabilidad, huyendo al llamado que tenía desde el vientre de su madre, enojando a Dios no por sentirse incapaz, sino por no creer que ese era el llamamiento de el Dios Omnipotente que estaría ayudandole.

Así mismo nosotros también sabiendo de antemano por medio de aquella necesidad que arde en nuestros corazones desde nuestra juventud, en lo más profundo de nuestro ser conocemos el llamado para el cual hemos nacido. Por tanto no huyamos a ese llamamiento, creamos que el Todopoderoso dará los recursos que nos falten y digamosle al Señor como dijera Isaías "heme aquí, enviame a mí"

Comentarios

Entradas populares de este blog

entresacando lo precioso en lo vil

Entresacando lo precioso en lo vil ...y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Jeremías 15:19. Un rayo de luz en medio de la densa oscuridad...  una pequeña nube del tamaño de la mano de un hombre en la inmensidad del cielo azul... una gota de agua en el desierto más atroz… tal vez, una ínfima sonrisa en medio de aquel horrible mar de lágrimas o un halo de esperanza en un lamentable universo de tristezas...  pero, siempre habrá algo precioso en medio de lo vil, algo útil en la basura, algo bello en los desaciertos, algo hermoso en el desierto. La clave está en encontrarlo; hacer a un lado lo que no vale, olvidar lo que no edifica, aprender de lo que enseña, pensar en lo que es verdadero cuando todo parece falso, lo honesto cuando todo parece hipocresía, lo justo cuando todo parece injusto, lo puro en lo impuro, encontrar el buen nombre, la virtud y la alabanza (Filipenses 4:8) donde parece que todo está perdido, recordando que a los que a Dio...

La sabiduría diabólica

La sabiduría que aparenta ser de Dios.  Santiago 3:14-16  Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón,  no os jactéis,  ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto,  sino terrenal,  animal,  diabólica.  Porque donde hay celos y contención,  allí hay perturbación y toda obra perversa .  Si tenemos mucha sabiduría, pero la utilizamos para contender, esa sabiduría aunque tenga grandes verdades, es solo sabiduría terrena, animal y diabólica. En el mundo hay muchos que se jactan de su sabiduría , queriendo imponer su criterio a toda costa y también unos que envidian el conocimiento de otros; por lo tanto buscan sabiduría solamente por contender.   Así mismo, Existen iglesias donde se piensa que ningún otro cristiano que no crea como ellos, se salvará, hacen estudios supuestamente profundos para refutar cualquier creencia, contienden constantemente con todos para gana...

La maldición nunca vendrá sin causa.

La causa de la maldición Pro 26:2   Como el gorrión en su vagar,   y como la golondrina en su vuelo,   Así la maldición nunca vendrá sin causa. Es por demás que gritemos, declaremos, rechacemos, revirtamos y hagamos un sinfín de rituales contra las maldiciones, si no quitamos la causa… porque la maldición nunca vendrá sin una causa. En 1Juan 5:8 dice que el maligno no tiene derecho alguno para tocar a aquel que no practica el pecado y el pecado es la causa de las maldiciones (Deuteronomio 28:15); así mismo la Palabra declara que el que aportille el vallado lo morderá la serpiente (Eclesiastés 10:8).   Esto significa que cuando por medio del pecado abrimos agujeros en la cerca de protección que Dios nos ha puesto por medio de la Sangre de Jesucristo, al redimirnos de la maldición en la cruz; entonces la serpiente antigua, nuestro enemigo, tiene derecho pleno para poder entrar y utilizar sus artimañas para destruirnos, inyectándonos su veneno de m...