Deja de llorar a tu Saul
Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey.
1 Samuel 16:1 RVR1960
A todas luces Samuel estaba llorando por este fracaso llamado Saul; sin embargo, no era su fracaso, ni mucho menos de su Dios. Sencillamente era un traspié que lo llevaría a la casa de Isaí, el padre de David, a quien ungiría de inmediato, y quien a la larga se convertiría en el ícono del pueblo de Israel.
Aunque el fracaso era evidente, el éxito esperado estaba a la vuelta de la esquina.
Así mismo, cuando veas los reveces de esta vida, levántate, deja de llorar a tu Saul, y continúa caminando aquella ruta que el sabio Dios te ha trazado de antemano, porque el éxito diseñado por el creador del universo, está esperándote detrás de aquellas sombras que se forman en las lágrimas de tu ilusa frustración. Porque siempre detrás de la noche más oscura, habrá una madrugada que con su luz te hará olvidar cualquier dolor.
Deja de llorar a tu Saul...
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