La novena fila
A Fernando Parrado le tocó en suerte sentarse en la fila nueve de aquel avión que se estrellaría en los Andes... desde la fila diez para atrás el avión se despedazaría por completo y él quedaría vivo, para al final, salvar a un puñado de sobrevivientes que no tenían esperanza.
A veces amaneces en esa fila nueve, aquel lugar donde la desgracia y la vida se entrelazan con el propósito de salvar a otros... Siempre habrá una razón para todo.
A los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan para bien Romanos 8:28
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