Si la intención de leer mi Biblia no es mi propia santificación... Aún no habré encontrado la Verdad.
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
S.Juan 17:17
A veces leemos la Biblia para descubrir misterios, leer historias, juzgar a otros, inventar interpretación de profecías del apocalipsis, tener más conocimiento, buscar excusas o para hacer predicaciones que otros puedan escuchar... Algunos la tienen como amuleto en la sala de sus casas, otros como instrumento para una buena discusión.
Sin embargo la Biblia es la Palabra de Dios, esa espada que debe penetrar hasta partir nuestra alma y nuestro espíritu (Hebreos 4:12), para enseñarnos, corregirnos, redargüirnos e instruirnos en justicia (2Timoteo 3:16), con el propósito de santificarnos (Juan 17:17), y si no la entendemos, jamás la podremos aplicar, seremos oídores pero jamás seremos hacedores.
Por tanto, si la intención de leer mi Biblia no es mi propia santificación... Aún no habré encontrado la Verdad... Y si la intención de leer mi Biblia no es conocer al Señor, nunca tendré una verdadera relación con Jesús que es la Verdad... Pero si la intención de leer mi Biblia es la santificación y conocer al Señor Jesús, esa Palabra no regresará vacía, pues milagrosamente irá transformando nuestras vidas, limpiando nuestros corazones y realizando la obra más impresionante.
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