Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Salmos 37:4
Obviamente cuando te deleitas en Él... es porque las peticiones de tu corazón son diferentes a las del mundo... pues los deseos de tu corazón estarán de acuerdo a aquello en lo que te deleitas.
Cuando te deleitas en el Señor tu corazón está tan conectado al de tu Dios, que solamente deseará hacer Su voluntad... los tesoros más grandes de la tierra te serán insignificantes... los placeres más intensos de la vida te serán intrascendentes... y fuera de Él NADA desearás en esta tierra (Salmo 73:25)
Porque entenderás el placer de conocerle y desearás los deseos del Señor.
Si todavía piensas que estar en una fiesta, tener el mejor coche, ser turista por el mundo, o tal vez ser de lo más famoso de la tierra, es lo mejor... o si aun sientes el mayor placer de todos en la comida, la bebida, el sexo o simplemente en dormir... no creas que las peticiones de tu corazón en realidad se cumplirán, por que aún no te has deleitado en el Señor.
Es cierto que habrá cosas que te gusten suficiente, pues serán un regalo del Altísimo, pero nada en esta vida... y nada en esta tierra... superará el placer de estar con tu buen Dios y deleitarte en Su presencia.
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