¿Qué a ti? Sígueme tú…
Jesús le dijo: Si
quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Juan 21:22
Cuando miras hacia
afuera y hablas de ellos todo el tiempo, te pasas pensando en los demás y sus
defectos, comparas sus virtudes y te concentras en las cosas que ellos hacen en
su vida, te interesas por riquezas que ellos bien ostentan, perdiendo aquel valioso
tiempo que debieras dedicar en ver, pero hacia adentro.
Qué te importa lo que
hacen… qué te importa si cantan o no cantan, si danzan o no danzan, si aplauden
cuando cantan, si tienen dinero o si son pobres, si guardan un día para Dios o
no lo hacen, si son engreídos o avariciosos, si no diezman, o si hablan solo de
grandezas; si creen que son los mejores de los santos y mejores en doctrina. No te importa si Dios les bendice
grandemente… no te importa que verdaderamente sean los
más sabios o que vivan larga vida.
Lo que
importa eres tú…
Cómo estás en tu vida espiritual, cómo andas delante del Señor y cómo está tu vida de oración.
Cómo estás en tu vida espiritual, cómo andas delante del Señor y cómo está tu vida de oración.
El Señor te dice: ¡Sígueme
tú!. Olvídate de lo que yo haré en ellos...
si perdono o no perdono sus pecados, si les levanto o los dejo caer, si los
promuevo o les dejo detrás de la majada... ¿qué a ti? sígueme tú.
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