Hermanos de Jesús
Miras hacia adentro y te decepcionas como siempre… tal parece que no
tienes nada que te pueda enaltecer. Te
sientes como nadie… como un punto oscuro en un cuadro de colores… como un
lienzo blanco en una galería de arte que nadie se detiene un instante en
admirar… un cero a la izquierda del
tablero. Recuerdas los errores garrafales que pudiste
cometer… los dolores que causaste sin querer… el pecado recurrente que en tu
vida no has podido ni vencer. Tus
recursos no son otra cosa que deudas por doquier…
Te sientes como aquel niño rechazado, nadie te escogió para jugar,
estás solo y se han reído de tus frases, sucio y andrajoso de pobreza, con la
frente hacia abajo no paras de llorar.
Pero aquel hijo millonario ha llegado caminando hacia ti, te abraza con
ternura y las lágrimas te enjuaga con amor… te lleva a su casa, te presta sus juguetes, te
comparte su comida, y al final delante de todos los demás, te dice su hermano
sin dudar.
Jesús el Todopoderoso, te conoce por tu nombre y no le importa tu
pobreza. Para Él resaltas entre todos, y
te ama por que sí. ¡Eres su hermano! y
eso nadie jamás lo quitará.
…Por lo cual no se avergüenza de
llamarlos hermanos, Hebreos 2:11 (2da parte)
Comentarios
Publicar un comentario