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Unidos en la obra de Cristo


Unidos

Creemos que hemos descubierto la limonada... Teólogos y semi-teólogos creyendo que tenemos la mejor revelación y que solo a nosotros Dios nos confía Su Palabra…
hablamos mal de aquellos que no creen como nosotros, tildamos de lobos a aquellos que nos caen mal o que tal vez envidiamos; usamos nuestras doctrinas como mercadeo, ofreciendo un producto “exclusivo”.
Pero…  si la Palabra es Jesucristo… entonces Su Palabra es infinita
…y si Su palabra es infinita, su conocimiento es eterno…  y si su conocimiento es eterno y nosotros tan insignificantes en tiempo y sabiduría, entonces ¿cuánto podemos conocer de Él?
¿cuánta revelación podemos llegar a obtener en nuestra vida tan corta?
¿Quién puede decir que tiene la suprema revelación?
¿Quíen puede saber cómo es el tiempo de la muerte, si nunca ha estado allí?, puede ser que estemos como dormidos o adorando todo el tiempo, ya sea en el cielo, en alguna forma de cuarta dimensión o simplemente en suspenso, esperando la resurrección. Porque lo importante es la vida eterna que Jesús nos ofreció.
Celebrar un día especial o no celebrarlo, comer una comida o no hacerlo…
Usar instrumentos musicales o no usarlos; tocar un tipo de música o no hacerlo, cubrirse la cabeza en oración o simplemente orar sin cesar en todo tiempo... si es que lo hacemos para el Señor (Romanos 14:6).
Algunos ya se ubicaron en su forma de pensamiento, otros no saben ni qué pensar.

Sin embargo, lo que no podemos cambiar es que solo por medio del Señor Jesucristo podemos llegar al Padre, solo Él es el mediador… ¡solo en Él hay salvación!
Por tanto, unamos nuestras fuerzas… en lugar de separarnos por la forma de pensar o de hacer nuestros cultos… unámonos contra las huestes del maligno; prediquemos al Señor Jesús como Dios nos lo haya revelado; pero prediquemos la salvación al mundo que se pierde más y más en el fango de las tinieblas; porque uno hará huir a mil pero dos a diez mil (Deuteronomio 32:30)…

No perdamos el tiempo hablando en contra de otros ministerios…
Tal vez no podamos ser unidos en la doctrina, pero sí en la santidad y en la obra…
Tal vez no podamos ser uno en el pensamiento, pero sí en el Señor Jesucristo…
Unidos podemos ser luz, unidos podemos ser las manos de Dios en la tierra; y solamente unidos seremos testimonio de que Jesús fue enviado verdaderamente, y el mundo creerá.

…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21 

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