El gran Avivamiento
Por todos lados se proclaman
grandes avivamientos a lo largo del mundo, muchos se enorgullecen de sus
iglesias ya sea por el crecimiento numérico, su alabanza, adoración, doctrina o
alguna otra manifestación espiritual que se asemeja a la iglesia primitiva del
pentecostés. Tal pareciera que estamos
viviendo en el inicio de la lluvia tardía, y la iglesia se mueve tal como lo
hiciera en tiempos del apóstol Pablo.
Sin embargo, al recordar el
avivamiento más grande que haya existido en la historia de la iglesia del Señor
Jesucristo, no podemos pasar por alto cuando Ananías con Zafira su mujer cayeran
muertos delante del Señor, por haberle mentido al Espíritu Santo. Y así mismo no podemos ignorar que hoy
en día hay tantas personas, que le mienten sin ninguna consecuencia... no caen
fulminados, y así continúan asistiendo a sus iglesias como siempre y sin ningún
problema.
Esto significa solamente una
cosa; que en realidad no existe tal avivamiento, porque cuando hay avivamiento, también hay juicio… la gente sigue haciendo su voluntad, la
santidad se ha puesto en segundo plano, y aunque hayan grandes milagros de
sanidad, liberación y mucha unción desbordando por todos lados, Dios aún sigue
esperando que haya una Iglesia suficientemente cercana a Él, como para juzgar a
sus hijos tal como lo hiciera con aquellos que vivieron el verdadero avivamiento
de los primeros años.
El avivamiento, efectivamente
está por venir; pero hay muchas cosas a las que debemos prepararnos, hay muchas
cosas que no podremos sobrellevar si no nos ponemos a cuentas con Dios. Este es el tiempo de Juan el bautista, el
tiempo de preparar el camino al Señor, el tiempo del arrepentimiento, tiempo de
alistarnos para el juicio que siempre comienza en casa (1Pedro 4:17); así que no nos detengamos y arrepintámonos verdaderamente cada día, porque Dios hará que vivamos los días más maravillosos e impresionantes que jamás se hayan experimentado. Amen.
Comentarios
Publicar un comentario