Diga el débil fuerte soy... La fe se muestra en nuestras palabras, no puede ser callada, porque lo que hablamos es un fruto de lo que creemos (Lucas 6:45). La fe es Sobrenatural, por lo tanto, las palabras que salen desde la fe, también son sobrenaturales, y siempre moverán montañas. No es hablar lo que quiero... no es un método para que se cumpla lo que deseo, porque hablar sin fe, es simple ruido. La confesión positiva es un invento de la tierra... Pero la fe es un don poderoso inventado desde el cielo, que surge cuando escuchamos al Señor, porque la fe nace por el oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17) , es decir, "oír su voz", porque no podemos callar lo que hemos oído de Dios (Hechos 4:20, Juan 8:38, Juan 10:27). Por eso lo mejor que el pobre puede hacer en su vida... Lo mejor que el débil puede realizar... Lo mejor que el desamparado necesita... es saber escuchar la voz de Dios, que siempre creará fe... Esa fe que hasta los mares obedecen.
Ese año, el año 23 de Nabucodonosor (Jeremías 52:30), fue uno de los años más tristes de la historia del pueblo de Dios... Un día de derrota y humillación... Día de lamentación y de luto... Día de fracaso y de dolor. Y conociendo el nacionalismo y la pasión qué los israelitas tenían por su nación, podemos entender los sentimientos que pudieron tener aquellos transportados, que estaban rendidos ante sus enemigos. En esa debastacion del corazón, y en medio de la amargura más intensa, se encontraban todos aquellos que eran llevados con cadenas hacia Babilonia, entre ellos, Daniel, un hijo de Dios. Porque los hijos de Dios también pasamos días malos, días de tristeza y depresión. Sin embargo, para nosotros los que amamos al Señor, todas las cosa nos ayudan para bien (Romanos 8:28)... Así que, Daniel iba humillado pero caminando hacia su exaltacion, derrotado pero en dirección de la gloria qué Dios tenía preparada para él, vencido y amedrentado, pero en la ruta para ser uno de l