TESOROS EN EL CIELO.
Las riquezas
que se invierten en activos, ganan más riquezas… pero las riquezas que se
gastan en pasivos, se pierden como el agua entre los dedos.
Así mismo,
las riquezas de los cielos pueden invertirse en los activos de obras que no
tengan remuneración aquí en la tierra, obras que queden grabadas en los libros
de los cielos, o bien gastarse en pasivos que se perderán en el fango de la
gloria pasajera.
Vende todo
lo que tienes y dáselo a los pobres (Lucas 18:22) dijo Cristo a aquel muchacho,
como clave de invertir sus tesoros en el banco de los cielos. Porque el dinero de la tierra no tiene valor
alguno hasta que lo usas como obra para gloria del Señor. Sin embargo, si vendes todo lo que tienes
dándolo a los pobres, sin un ápice de amor al realizarlo, ten en cuenta que has
gastado en pasivos sin sentido (1Corintios 13:3) pues de nada te ha servido;
porque el precio del amor es como el oro en las finanzas; y el amor es el
activo más valioso de los hombres en la tierra, que quieren invertir en el
banco de los cielos.
Invierte en el banco de los cielos, poniendo tu corazón
en las cosas de arriba, no en las de la tierra (Colosenses 3:2), no buscando tu
gloria sino la de Dios, porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón, y si tu tesoro está en Dios, tendrás riquezas eternas.
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