Por Envidia Llamaron a Jesús hijo de fornicación (Juan 8:41), decían que estaba poseído por Beelzebú (Mateo 3:22), y que por su nombre echaba fuera los demonios (Mateo 12:24), que estaba endemoniado (Juan 8:48,52), que era el mismísimo Beelzebú (Mateo 10:25), otro día dijeron que estaba fuera de sí (Marcos 3:21), le llamaron pecador (Juan 9:24) y que no procedía de Dios porque no guardaba el día de reposo (Juan 9:16), lo llamaron mentiroso, engañador (Mateo 27:63) y farsante, le atraparon como a un ladrón (Marcos 14:48), le condenaron, declarándole ser digno de muerte (Marcos 14:64), pero en realidad lo estaban matando porque le tenían “envidia” (Marcos 15:10)... esa envidia que envenenó sus pensamientos, pintando el carácter del Señor a su antojo, con el fin de destruir Su testimonio, concibiendo mentiras que brotaron de la ira provocada en sus ilusos corazones… manipularon las verdades y maquinaron pensamientos de venganza contra Él, debido al daño recibido en sus propios egos…
Palabras pastorales para un mundo necesitado.