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Mostrando entradas de junio, 2015

Desde las arenas movedizas

Desde el fango… Allí estaba aquel pobre hombre, hundido en las arenas movedizas del pecado, tratando de esforzarse por salir, pero cuanto más intentaba, más se hundía; entre más fuerza ponía más hondo se iba; y mientras más tiempo pasaba, aunque no se moviera, poco a poco se seguía sumergiendo.     Tal vez el alcohol era su dueño, o a lo mejor la lujuria su mejor esclavizante…   lo importante es que su cuerpo poco a poco cedía el mando a sus placeres…   tirado en la esquina de la cuadra, recordaba nada más lo que pudo haber logrado sin caer en ese lodo.    La esperanza muere a veces antes que la vida, porque no hay ninguna expectativa en aquel que lo único que sabe es que poco a poco va hundiéndose y que no hay salida a su futuro que aparece escrito en el fondo del estiércol. Y es que el pecado traga a los indolentes, que nada se esfuerzan por no caer en él y cuando caen en la cuenta de que deben esforzarse, ya es demasiado tarde.   Pueden luchar por sal

no saben de qué espíritu son

No saben de qué Espíritu son Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;   Lucas 9:54-55 A veces queremos que Dios tome la justicia en sus manos, esperando que le pague con mal a los que nos hacen mal, pensamos que merecemos que Dios se vengue de nosotros...   decimos –Tuya es la venganza, así que te lo entrego en tus manos...    hacemos declaraciones tales como –pobres de aquellos que osen tocar a un hijo del Dios altísimo…   nos airamos y esperamos que Dios actúe con nuestra ira y enojo y les consuma en su maldad... citamos la Palabra como queriendo recordársela al Señor diciendo –tu Palabra dice que ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.   Pero en esos días, no entendemos que somos de aquellos que deben poner la otra mejilla… que somos de aquellos que debemos p